
La Fortaleza de Suomenlinna tiene tras sus muros una larga historia de conflictos bálticos. Este fuerte naval de forma inusual, bautizado como Sveaborg en Suecia, fue levantado en 1748 por los suecos en las islas Susiluodot, cerca de Helsinki, para protegerse del expansionismo ruso de la época. Tras esto, pasó a llamarse Viapori (en finlandés). Cuarenta años después, en 1808, durante la guerra entre Rusia y Suecia, la fortaleza pasó a manos de los rusos y Finlandia se convirtió en un gran ducado. Aun así, la fortaleza quedó en manos de Rusia, que amplió la base, agregó cuarteles e incluso una iglesia ortodoxa.
La importancia del fuerte disminuyó en el siglo XIX y acabó en ruinas, sobre todo tras el bombardeo sufrido durante la guerra de Crimea y no fue hasta finales de siglo cuando se restauró. Más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, sirvió a Rusia de defensa, pero el gobierno finlandés retomó el control del fuerte, cambió el nombre a Suomenlinna y lo renovó para defenderse durante la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, la fortaleza es una instalación residencial y turística y Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Más ubicaciones exactas