Por su condición fronteriza, este castillo del siglo XIII-XIV adquirió una importancia estratégica que le permitió frenar a los grupos que querían cruzar el río para invadir du territorio, así como ser fiel testimonio de las batallas entre el Imperio Otomano y el Reino de Hungría.
Formado por una decena de torres irregulares, los trabajos arqueológicos sacaron a la luz artefactos de cerámica, herramientas de hierro, hachas y lanzas que se encontraban en su interior, prueba del rico pasado de la fortaleza de Golubac y de su importancia histórica. Hoy, la torre octogonal, utilizada como un muelle de la fortaleza, se ha convertido en símbolo y marca comercial de la localidad. Aparte de ofrecer un completo recorrido por la historia de los Balcanes, su ubicación a orillas del Danubio y rodeado por bosque es también un atractivo para los visitantes.
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