
En lo alto de una pequeña isla del archipiélago de Frioul, en la bahía de Marsella, se erige una fortificación construida en el siglo XVI: el Castillo de If. Lo inaudito de todo esto es que la fortaleza fue levantada para la defensa costera, pero en el siglo XVII se convirtió en una prisión estatal. Este lugar de encierro también se conoce por la mítica novela de El Conde de Montecristo, donde se ubica al protagonista recluido en ella.
Con el paso del tiempo, en 1890, la prisión del Castillo de If dejó de funcionar y se abrió para los viajeros. Actualmente es una de las atracciones turísticas más visitadas de toda Marsella. Para llegar al histórico castillo se debe coger un barco. Solo así se puede disfrutar del magnífico paisaje marino y del inverosímil litoral francés.