Baño espectacular

La insólita y bellísima playa prehistórica de Cantabria

Dentro del Parque Geológico de Costa Quebrada están los paisajes más espectaculares de Cantabria.

 

 

Playa Arnía

Foto: Shutterstock

Caprichosas formaciones geológicas emergen del mar. Podrían ser restos de seres mitológicos. Es evidente que son muy antiguas, tanto como para remontarse al Cretácico, cuando, hace ahora aproximadamente unos 100 millones de años, la Península Ibérica giró en rotación con respecto al continente, generando el espacio suficiente para el mar Cantábrico y originando los característicos pliegues y plataformas de abrasión que caracterizan a la Costa Quebrada. Ese es el origen de las piscinas naturales que se encuentran en Playa Arnía, en Liencres.

 

Parece mentira que un lugar así, al que no le desentona el adjetivo de salvaje, se encuentre a sólo media hora de Santander. Y ya no se trata solo de Playa Arnía, sino que está la vecina playa Covachos, que aparece y desaparece según el eterno ciclo de mareas, y otras muchas joyas playeras, como la playa de la Virgen del Mar, San Juan de la Canal, Portio, Cerrias, Somocueva, Canallave, o el campo dunar de Liencres, el más grande del litoral Cantábrico. 

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Arnía: Un tesoro geológico

A pesar de que cada una de las playas de Cantabria  guarda su propia esencia, tal vez la más representativa de todas sea la playa de Arnía. Como sus compañeras, se encuentra dentro del Parque Geológico de Costa Quebrada, una colección de paisajes, acantilados, mar y geología maravillosa que se extiende a lo largo de unos veinte kilómetros.

El Parque Geológico de Costa Quebrada comienza en la playa de La Magdalena de Santander y termina en la playa de Cuchía, en Miengo, dando forma a un espectáculo maravilloso.

La fuerte erosión marina, como la lluvia, vientos y la circulación del agua superficial por encima de la piedra ha ido dando a un paisaje geológico único que nada más verlo transporta a épocas muy remotas. En los acantilados y en las plataformas de abrasión se puede leer la historia geológica del planeta. Geología y belleza, como la que concentra la playa y las piscinas naturales de Arnía.

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playa de Arnía y su piscina natural prehistórica

Las rocas afiladas como dientes de antiguos fósiles prehistóricos que sobresalen por encima del mar se llaman farallones, son estratos calizos que emergieron tras sedimentarse en el fondo marino hace millones de años y confieren a la playa de Arnía ese aspecto tan singular, como si alguien hubiera querido levantar una muralla pétrea para evitar el empuje del cantábrico. El paisaje desde la arena fina y dorada es sublime. 

piscinas en playa Arnía
Foto: Shutterstock

Pero seguramente, antes de pisar la dorada arena de la playa llamará la atención la plataforma abrasiva que se extiende a la izquierda del camino que da acceso a Arnía. La plataforma se ve como si se hubieran trazado finas líneas de tinta sobre el paisaje, una tras otra, paralelas, de modo que en el espacio que hay entre una y otra, aparece una piscina alargada que se va llenando constantemente con las olas y la subida de la marea.

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Atardecer playa Arnía
Foto: Shutterstock

La plataforma abrasiva de playa de La Arnía está formada por capas de margas muy erosionadas y por calizas mucho más resistentes. El resultado es una exótica piscina natural, alargada y prehistórica, donde el baño tiene el aliciente de convertirse en una aventura. 

Por si no fuera suficiente, el crepúsculo aporta su toque único a esta zona de la Costa Quebrada. Con el atardecer, el cielo suele cubrirse aquí de una luz muy especial y colores encendidos y rojos que dotan al paisaje de una atmósfera épica única. El tiempo pasa a otra escala para el planeta. Los bañistas son solo una anécdota.