Cuenta la leyenda que los primeros incas fueron Manco Capaac, hijo del dios del sol Inti, y Mama Ocllo, hija de la Luna. Ambos salieron del lago Titicaca en busca de un lugar para fundar su imperio, y lo hicieron en la Isla de la Luna, donde a posteriori, los incas fundaron el templo de Iñaq Uyu o convento de las vírgenes. Las ruinas del templo asoman al lago con las montañas de los Andes a lo lejos y, todavía a día de hoy, son usadas por los locales para celebrar ceremonias celestiales.
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