
Esta isla, la más larga del mar Adriático, está habitada por alrededor de 11.000 personas pero en verano es un hervidero de vida. Famosa por sus campos de lavanda pero también por su vida nocturna, este rincón de Europa donde hay relax y fiesta a partes iguales es el que más horas de sol tiene al año: 2.700. Lo mejor de esto es que también goza de algunas de las playas más bonitas del mundo, y las hay para todos los gustos: para familias, amigos, parejas y nudistas.
Por si fuera poco, estas preciadas horas de sol permiten que sea mucho más agradable practicar actividades acuáticas, como el windsurf o el submarinismo. También el clima es genial para adentrarse en el entorno rural de la isla, disfrutar de campos de viña y olivar que rodean pequeños pueblos de piedra idílicos.
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