
En frente de la romántica Costa Amalfitana, las Islas de li Galli esconden belleza, naturaleza y mucha historia. Ya desde tiempos antiguos, el geógrafo e historiados griego Estrabón las denominó las islas Sirenai o Sirenussai, aludiendo a las sirenas mitológicas que, según la leyenda, vivieron en ellas. En el siglo XX, una de ellas fue bautizada como la isla de Nureyev en referencia al bailarín ruso. ¿Por qué? Él mismo compró la mansión que Le Corbusier había construido en una de las islas, por la que pasó la jet set de los años 60. Visibles desde Positano, desde allí también se pueden hacer tours para conocerla.
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