Es una playa pequeña, pero muy especial debido a su orientación. Al menos, es de esas curiosidades geográficas que llaman la atención, porque la playa de la Isla de Santa Clara es la única de Euskadi que mira al sur.
Pocas ciudades pueden sacar pecho de tener una isla del tesoro pegada, pero San Sebastián es una de ellas. La Isla de Santa Clara fue antaño una leprosería, pero hoy en día funciona como un oasis natural y de calma de San Sebastián, declarada como Centro Histórico de Interés Nacional. Además, dada su ubicación en la entrada de la bahía, protege a la playa de La Concha y de Ondarreta de los fuertes oleajes.
La isla de San Sebastián también tiene playa propia. Se trata de un humilde arenal que aparece solo con la marea baja. Pero no hay que preocuparse si no se controla el ritmo de las mareas para cuando se planee ir a la Isla de Santa Clara, pues cuando la marea es alta, de lo que entonces se puede disfrutar es de una de las piscinas naturales más bellas de todo el País Vasco. Entonces, un muro de piedra rodeado de mar hace las delicias de los más pequeños.
Pero no solo playa, la isla tiene un faro reconvertido en objeto de arte, una muestra del fabuloso flysch del geoparque de la costa vasca y diversos miradores naturales a los que se puede llegar gracias a tres recorridos señalizados y desde los que se puede disfrutar de una buena panorámica de la ciudad.