
Claude Monet solía decir que su mayor obra maestra era su jardín. Durante más de 40 años, entre 1883 y 1926, el artista vivió en Giverny donde, a parte de pintar, también diseñó y cuidó los jardines que rodeaban su hogar. Un trabajo que se puede apreciar en varios museos del mundo, pero también en Giverny, un pequeño pueblo de Normandía ubicado a una hora de París. Aquí uno entra directamente en los cuadros de Monet, pasear por senderos entre dalias, iris violeta, matas de bambú y nenúfares, y visitar su casa.
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