Bautizado también como la Perla de los Cárpatos, el Lago Synevyr guarda una leyenda de los dos amantes que le dan nombre. La historia cuenta que un duque ucraniano y su hija, llamada Syn, estaban de excursión por el bosque cuando la joven escuchó el sonido de una flauta. El instrumento era de Vir, un músico local, que estaba tocando cerca del lugar.
El encuentro fue un flechazo para ambos, y se volvieron a reunir en secreto en más ocasiones. Cuando el duque, viudo y sobreprotector, descubrió el romance de su hija, asesinó a su amado. Syn, desolada, lloró abrazada a su tumba hasta que de ellas brotó el lago, tan azul y claro como sus ojos, y fue bautizado con el nombre de Synevyr, la unión del nombre de la pareja. A día de hoy, en una orilla del lago, se puede visitar la tumba del joven junto a dos esculturas de madera en honor a los enamorados.
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