
Tras 40 kilómetros de camino de arena y curvas por San Pedro de Atacama, uno alcanza esta maravilla turquesa por el "valle de la paciencia". El nombre que recibe está justificado, y para evitar sustos, la mejor opción es acceder a ellas a través de guías o tours. Conocidas como las Lagunas Escondidas de Baltinache, se componen de lagos azules rodeados por cristales de sal. A parte de maravillarse por su color y no parar de fotografiarlas, también es posible bañarse en un par de ellas. El resto se mantienen aisladas para su conservación e investigación.
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