
Con las cimas de Sierra Nevada como telón de fondo, la majestuosa Alhambra convierte Granada en uno de los lugares más seductores del sur de Europa. El legado de la cultura andalusí permanece en las fortalezas y los pueblos blancos que recorren los 200 kilómetros entre Granada y Córdoba, con la Alhambra y la Mezquita cordobesa como principales atractivos. En la primera, los palacios, jardines y la fortaleza constituyen una verdadera ciudadela dentro de Granada, en el que se alojaba la corte del Reino nazarí de la ciudad. Ubicada frente a los barrios del Albaicín y de la Alcabaza, lo primero que se ve son los muros de color rojizo que, de hecho, dan nombre a la Alhambra, que significa Castillo Rojo. Una vez dentro, la arquitectura y elementos decorativos atraen toda la atención, sobretodo en la bóveda de mocárabe de las salas de los Abencerrajes y de las Dos Hermanas.
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