Cada 7 de diciembre, alrededor de un millar de luces multicolores iluminan los 650 metros de la ladera del monte Ingino hasta formar el árbol de Navidad más grande del mundo. El espectáculo tiene lugar en Gubbio, un pequeño pueblo medieval ubicado en la región de Umbria, en el centro de Italia. Su historia se remota al año 1981, cuando un grupo de amigos tuvo la idea de celebrar la víspera de la Inmaculada Concepción de una manera diferente, convirtiéndose en los primeros Alberaiolos, que es como se denomina a los voluntarios que durante tres meses al año se dedican a organizar y gestionar la instalación de las luces.
Nueve años después de su presentación en sociedad, el árbol entró en el Libro Guinness de los Récords, popularizándose cada vez más. Pero no fue hasta 2011 cuando terminó de explotar a nivel mediático después de que el Papa Benedicto XVI se encargara de iluminar la señal navideña desde el Vaticano a través de un interruptor digital.