Una de las ciudades más antiguas de Europa del este, Minsk es una mezcla de la arquitectura típica de la época soviética y edificios modernos construidos después de la caída de la URSS. Varios monumentos religiosos y otros de carácter laico concentran el principal interés cuando se visita la capital de Belarús. En muchos de ellos predomina el color blanco como en el templo de la fotografía, la Iglesia de Todos los Santos que, con sus 74 metros de altura es una de las iglesias más altas de las exrepúblicas soviéticas.