
Por detrás de la Muralla China asiática, esta es la segunda más larga del mundo. El mejor lugar para verla es Ston, un pequeño pueblo de la costa de Croacia, donde está el tramo mejor conservado. Construída en 1333, su longitud original era de siete kilómetros, de los cuales hoy en día sólo quedan en pie cinco. 30 torres defensivas se repartían alrededor de la estructura, que conecta los pueblos de Ston y Mali Ston. El motivo de su construcción fue por su proximidad a Dubrovnik, a la que querían defender de los ataques otomanos, pero también por la protección que ésta aportaba a sus salinas, unas de las más antiguas del continente.
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