El museo con forma de barco

Se construyó para albergar en su interior un navío de guerra naufragado en 1628.

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El galeón Vasa no tuvo un viaje inaugural muy exitoso: naufragó en 1628 nada más partir del puerto de Estocolmo con todas las galas oficiales. La expectación en la época no era para menos, pues no se trataba de un navío cualquiera sino del representante de la poderosa Real Armada de Suecia. No se escatimó en lujo y detalles en su fabricación, pero el navío escoró y no se pudo hacer nada para salvarlo. Después de 333 años en el fondo del mar, el buque de guerra fue rescatado casi en perfecto estado de conservación gracias a las condiciones del agua y temperatura del mar.

El 24 de abril de 1961 el navío volvió a la superficie y en 1990 se inauguró el Museo Vasa de Estocolmo, en la isla de Djurgården, para poder mostrarlo con todo lujo de detalles. La sensación al visitarlo es una mezcla entre la fantasía de una de las películas de Piratas del Caribe y la belleza en el detalle de una casita de muñecas, sólo que en lugar de saloncitos, comedores o cocina, hay esculturas talladas, una quilla, sala de carga, cañones. El exterior del museo es fácilmente reconocible gracias a que los suecos Göran Månsson y Marianne Dahlbäck incluyeron en el diseño los tres palos (mesana, mayor y trinquete) que podían sostener hasta diez velas del Vasa. Se levantan sobre el volumen del edificio que se construyó con los mismo tonos rojizos y negros de los viejos barcos de madera.