
En pleno Mar Interior de Seto (Japón), entre Okayama y Takamatsu, se encuentra Naoshima también conocida como la isla del arte. Apenas ocho kilómetros cuadrados de tierra conquistados por las corrientes artísticas contemporáneas. La creatividad se vive en las calles a través de piezas tan peculiares como las calabazas gigantes, obra de la artista Yayoi Kusama. La más conocida, sin duda, es la calabaza naranja moteada ubicada al lado del hotel Benesse.
Este hotel, construido bajo tierra para no interferir en la belleza natural de la zona, es a su vez un museo. La idea fue de Tadao Ando, ganador del premio Pritzker. Los huéspedes tienen la oportunidad de dormir entre obras de arte procedentes de todo el mundo y pasear tranquilamente por las salas a la luz de la luna, todo ello con vistas al mar interior, justo en frente.
Más ubicaciones exactas.