
Es revelador que una sociedad originalmente nómada haya necesitado más de 8.000 metros cuadrados para hacer su propio museo de historia local, seguramente el mayor de este tipo en todo el planeta. También lo es que firme el proyecto el arquitecto francés Jean Nouvel, todo un premio Pritzker, que se ha inspirado en las forma y textura de una rosa del desierto para este espectacular diseño basado en más de 500 discos de color blanco entrelazados. Catar ha buscado en este edificio no sólo un continente para su historia, sino todo un icono frente al mundo. No tiene complejos el que se jacta de ser el país más rico del mundo, ni siquiera en gastarse más de 430 millones de dólares para situarse en cabeza entre los museos más emblemáticos a nivel mundial.