
Durante años, la bella región montañosa de Obersalzberg, en Baviera (Alemania) fue el lugar predilecto de altos cargos nazis. Allí construyeron un complejo de casas y mansiones con visas únicas al valle. Tras la Segunda Guerra Mundial y la derrota del bando alemán, todas las construcciones fueron derruidas a causa de los bombardeos aliados. Todas menos una, la Kehlsteinhaus, o como mejor se conoce, ‘el nido del águila’.
Situada a casi 2.000 metros de altura, Martin Bormann, una de las manos derechas de Adolf Hitler, mandó construir esta casa como regalo al Führer por su vigesimoquinto aniversario. Es conocida la inversión excesiva que los nazis emplearon en obras faraónicas, aunque pocas tan desastrosas económicamente como ‘el nido del águila’. Construirla costó el equivalente a 140 millones de dólares actuales, además de las vidas de varios trabajadores que fallecieron durante su construcción. Un esfuerzo titánico que no convenció al líder nazi, pues cuando fue por primera vez mostró su descontento, entre otros aspectos porque estaba a demasiada altura y el sufría de vértigo. En la actualidad, Kehlsteinhaus es un restaurante y cualquiera puede visitar para observar sus magníficas vistas, las que un día estuvieron reservadas para el responsable del genocidio judío.
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