Asun Luján
Periodista redactora de Viajes National Geographic
El oasis de Siwa se encuentra a 600 km de El Cairo, próximo a la frontera con Libia; se llega desde la localidad costera de Marsa Matruh, de la que dista 315 km (4 horas). Siwa ocupa una hondonada 18 metros por debajo del nivel del mar. Decenas de miles de palmeras y olivos pueblan este vergel, donde habita una población bereber que comparte lengua y cultura con la amazig de Libia. Tres grandes lagos cuya concentración de sal supera la del Mar Muerto rodean Siwa. Es toda una experiencia flotar en ellos, especialmente de noche, contemplando el indescriptible cielo estrellado del desierto.
Alejandro Magno hizo un épico viaje a Siwa desde la recién fundada Alejandría para consultar el Oráculo de Amón. Y el sumo sacerdote se dirigió a él como hijo de Amón-Zeus y dueño de todos los países. La fortaleza de Shali, desmoronada tras un aguacero, y la Montaña de los Muertos, horadada de tumbas, son otros alicientes de este remoto enclave egipcio