Museo, iglesia, monasterio y parador. ¿Qué más puede ofrecer este lugar? El Convento de San Marcos, ubicado en la ciudad de León, fue construido entre el siglo XVI y el XVIII gracias a la donación del rey Fernando el Católico. El monasterio cerró en 1836, pero se le encontraron otras utilidades: hasta 1964 fue colegio, escuela de veterinaria, hospital penitenciario, prisión militar, casa de misiones de la Compañía de Jesús e incluso casa central de estudios de padres escolapios.
En él estuvo encerrado Francisco de Quevedo durante casi cuatro años, en los que escribió Providencia de Dios y Vida de San Pablo, entre otras obras. En la segunda mitad del siglo XX, el convento, considerado uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español, pasó a ser el Parador Nacional de León. El complejo hotelero de cinco estrellas cuenta con 51 habitaciones y diversos salones de eventos, aunque también alberga en su interior la Iglesia de San Marcos y sirve de anexo monumental del Museo de León.
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