Aunque su denominación oficial es marisma húmeda, nadie en el oeste de Francia denomina este lugar así. De hecho, los carteles turísticos hablan de este lugar como la Venecia verde, un apodo que no le viene grande. Este nombre no se justifica solo porque sea un paraje natural acuoso, sino que tiene su origen e inspiración en las diversas lentejas de agua que flotan en su superficie y que despliegan una alfombra verdosa que se diluye con el parsimonioso paso de las barcas.
Este paisaje se encuentra dentro de la marisma Poitevina, un humedal de 100.000 hectáreas que se ubica entre Niort y la costa atlántica francesa. Además de lo peculiar de sus rincones, la Venecia Verde destaca por albergar una peculiar aldea donde el tiempo parece haberse detenido y en la que el día a día lo marca el compás de las mareas.