
Ubicada en una bahía rodeada de palmeras y tranquilidad, la playa de Sámara sorprende por ser un auténtico reducto de calma y buen rollo en la siempre simpática Costa Rica. La tranquilidad de su mar la ha convertido en uno de los destinos perfectos para ir de vacaciones en familia y disfrutar de la naturaleza exuberante de Guanacaste, del océano y del ambiente relajado de su litoral. No obstante, en los últimos años ha proliferado una comunidad de amantes del surf que acuden hasta estas coordenadas para mejorar su técnica y su destreza. No en vano, se ha convertido en uno de las mecas para aprender este deporte por la amabilidad de las olas. Eso sí, para aquellos que buscan un poco de adrenalina, a 12 kilómetros se encuentra Playa Camaronal, un 'spot' para los más atrevidos.