La playa que se tiñe de rojo

La culpa de este fenómeno la tienen las algas ‘suaeda heteroptera’ que, combinadas con la alta alcalinidad del río Liaohe (China), tiñen de rojo uno de los mayores humedales oceánicos del mundo.

Playa Roja, Panjin

Foto: iStock

Que los hayedos, robles, olmos o chopos metamorfoseen con la llegada del otoño y comiencen a teñirse de tonos pardos y rojizos es algo normal. De hecho, es uno de los espectáculos naturales más bellos de la naturaleza y cada año empuja a los bosques de todo el mundo a miles de senderistas para disfrutar del cambio de vestimenta. Lo que no es tan común es que una playa cambie su color y menos que la variación sea tan intensa como en la playa roja de Panjin, en China.

A decir verdad, no es una playa pues ni siquiera tiene arena. Aunque reciba este nombre, se trata de uno de los mayores humedales oceánicos del mundo. Situado a lo largo del delta del río Liaohe, en China, la superficie está cubierta por un tapiz de algas suaeda heteroptera. Son estas, las que mezcladas con la alta alcalinidad del agua, las que proporcionan esa tonalidad rojiza. El proceso se inicia en primavera, con los primeros brotes verdes. Poco a poco, va degenerando en tonos amarillentos, luego anaranjados, fucsias más tarde y por último, al finalizar el verano, las algas vuelven a cambiar y adquieren el rojo que lo caracteriza. Lo tiñe absolutamente todo, a excepción de los canales serpenteantes por donde fluye el agua. Cada año, la reserva natural recibe dos millones de visitantes ansiosos de presenciar el fenómeno gracias a las múltiples pasarelas habilitadas a lo largo de la marisma.

Más ubicaciones exactas.