Gulpiyuri, la playa sin mar de Asturias

Un pequeño paraíso en medio del Cantábrico.

Gulpiyuri

Foto: iStock

Sin salida directa al mar, los 40 metros de playa de Gulpiyuri se esconden entre el verde de los prados de la zona asturiana de Llanes y el mar Cantábrico. Formada por arena blanca y agua salada pero con el mar a 100 metros, la playa se originó tras el hundimiento de una cueva, un fenómeno conocido como dolina, que cierra la playa al mar pero que permite el paso de las mareas y del oleaje. Esta perla esmeralda del océano fue nombrada Monumento Natural por el Principado de Asturias en 2001, además de pertenecer al paisaje protegido de su costa oriental.

El nombre de la playa, a la que muchos le han colgado el título de la más pequeña del mundo, proviene del astur, y significa “círculo de agua”. Este pequeño paraíso perfecto para un baño también pertenece a la conocida ruta de los bufones de Llanes, en la que se puede disfrutar de estas formaciones creadas por el efecto erosivo del mar en la roca y que se conectan al mar por una especie de túneles por los que la presión de las olas hace que el agua salga disparada. Un espectáculo natural de parada obligada en la costa asturiana.

Gulpiyuri
Foto: ShutterStock

El acceso a la playa es totalmente agreste: a través de un camino agrícola se puede llegar a ella, que se encuentra apenas a un kilómetro de la aldea más cercana, Naves. Debido a su localización, rodeada de prados de mayor altitud, Gulpiyuri no dispone de ningún servicio.

Poder disfrutar de esta playa depende mucho de si la marea está alta o baja, puesto que el fenómeno conocido como desagüe hace que el agua no llegue mucho más allá de los tobillos, mientras que la marea alta al menos permite que el agua cubra, siempre que se esté agachado, puesto que para un adulto con una altura media es imposible no tocar fondo de pie. Para no encontrarse con sorpresas, es importante consultar antes de ir la tabla de mareas y vientos de la que dispone el Ayuntamiento de Llanes.

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