Por encargo del corredor de bolsa Manel Vicens i Montaner, Antoni Gaudí diseñó esta residencia de verano en la antigua villa de Gracia entre 1883 y 1885. Años en los que también se erigió el Capricho de Comillas bajo la supervisión de Cristóbal Cascante. Ambas obras pertenecen a la etapa orientalista del arquitecto, caracterizada por motivos orientales y mozárabes, como azulejos cerámicos y la introducción de la naturaleza como elemento decorativo. Una ruptura estilística que ponía las bases para las posteriores obras arquitectónicas de Gaudí.
Menos conocida que el resto, la Casa Vicens abrió sus puertas al público en 2017 tras más de 130 años bajo propiedad privada. Años antes, en 2005, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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