
Cada tarde, entre el día uno y 24 de diciembre, los vecinos de este pueblo tienen una curiosa tradición. Y es que, no conformes con tener uno de los pueblos más arrebatadores de la ruta de los vinos alsacianos, en Navidad embellecen cada rincón y cada casa, creando una especie de pueblo de cuento... de Navidad. Esta fantasía de luces y colores tiene su punto álgido a las 17h de la tarde, cuando el farolero del pueblo baja por la escalera principal del Ayuntamiento para encender una vela de la corona de Adviento frente al Ayuntamiento. Luego se acerca a este particular Calendario de Adviento inspirado en las típicas fachadas alsacianas para abrir la ventana del día.
Una voz misteriosa cuenta entonces una historia corta sobre el Santo del día o la imagen escondida detrás de la ventana que acaba de ser abierta. Así, cada vano hace descubrir el patrimonio religioso, los ritos y costumbres de la Navidad alsaciana, así como los personajes legendarios de esya región. Dependiendo del día, esta ceremonia se acompaña de villancicos en coro, distribución de pasteles "Wiehnachts bredele", juguetes y otros pequeños regalos, para el deleite de grandes y pequeños.