El mundo está plagado de fronteras. Muchas de ellas representan algunos de los escenarios más tensos de la actualidad. Se trazan líneas gruesas en el mapa y se levantan grandes muros y concertinas para dividir, contener y alejar. Otras en cambio comunican todo lo contrario, como es el caso del puente internacional más pequeño del mundo que une el municipio de La Codosera (Badajoz) y Arronches (Portugal) a través del caserío de El Marco.
En su día, no fue más que un tablón estirado a ambas partes del riachuelo Abrilongo, que permitía a los vecinos cruzar por el caserío que a pesar de pertenecer a dos países distintos conserva el mismo nombre. Hoy en día es un puente de madera de 3,2 metros de longitud. Aunque su tamaño y localización le den una apariencia insulsa, ha servido durante años como lugar de paso para contrabandistas de ambos países que traficaban con productos típicos de cada zona como café, toallas, vino o cuchillos.
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