Construido en la Edad Media, en 1345, este puente medieval de piedra estaba repleto de vida gracias al comercio: pescaderías, carnicerías y verdulerías ocupaban los espacios laterales. Ubicado en Florencia y conocido como Ponte Vecchio (puente viejo), en 1593 los negocios populares dejaron paso a artesanos que trabajaban la orfebrería y el cuero, algo que sigue así hasta hoy. Gracias a las modificaciones y restauraciones, este puente de 63 metros de longitud que se sostiene sobre tres arcos sobre el río Arno ha seguido en pie durante siglos. Uno de los aspectos más curiosos del puente es que sobre las tiendas hay un piso superior que recorre todo el puente de punta a punta y que fue mandado a construir en 1565 por los Medici. Se conoce como Corredor Vasariano y conecta el Palazzo Vecchio con el palacio Pitti.
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