Desde lo alto del monte Storsteinen, Tromsø se presenta como una gran ciudad organizada en el lienzo de los fiordos noruegos.Desde sus calles, se muestra como una de las localidades más vibrantes y cosmopolitas del círculo polar Ártico, con su vasta oferta cultural, importantes festivales y vida universitaria. Entre las centenarias casas de madera del centro histórico de la ciudad, en la isla de Tromsø, se alza la catedral homónima, y al otro lado de la carretera que conecta los fiordos, la Catedral del Ártico. Durante las noches de invierno, el cielo de Tromsø se tiñe de verdes y blancos, mientras que en verano descansa bajo el sol de medianoche.
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