Como si fuera de lego, el edificio del banco internacional HSBC de Hong Kong se puede desmontar. Su creador, el arquitecto británico Norman Foster, ideó esta estructura de 180 metros de altura a partir de módulos móviles para poder ser desmontado y trasladado. De hecho, corre el rumor que fue el futuro incierto de Hong Kong lo que hizo idear un edificio con tales características, que permitiera cambiarlo de ciudad en caso de necesidad. Situado en la calle Queen's Road Central, fue construido en 1985 y sus particularidades le convierten en un edificio ecológico, ya que su principal fuente de iluminación es la energía solar, y afín al sistema Feng Shui. En lugar de una planta baja, el edificio tiene un atrio alto y hueco por el que el viento y la energía positiva pueden circular, mientras que los leones de bronce que custodian la entrada aportan riqueza y prosperidad.