En el suroeste de Polonia, estos caminos se construyeron para crear una red de fortificaciones que protegiera la región de Silesia frente a los checos. A día de hoy, se pueden recorrer los 163 kilómetros que van entre Częstochowa y Cracovia y que atesoran 25 castillos medievales y atalayas. La mayoría de las fortificaciones fechan del siglo XIV y fueron construidos bajo la orden del rey polaco Casimiro III el Grande, como la fortaleza de Olsztyn, enclavada sobre el río Lyna. Entonces, ¿por qué se llama ruta de los nidos de águila? Porque pasa por grandes roquedos calizos del macizo del Jura, un espacio que era difícil de penetrar, repleto de acantilados de piedra caliza, inselbergs y valles.
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