En la isla de Itsukushima, cerca de la ciudad de Fukushima (Japón) se encuentra un santuario que llama la atención por la ubicación en que fue construido. Debido a la tradición sintoísta que profesa la adoración a las montañas, la isla se consideró desde muy temprano como sagrada ya que la isla alberga el Monte Mise, el más elevado de la región. Al considerarse un lugar divino, se decidió construir un santuario en su honor, pero fuera de sus márgenes, más específicamente, en el agua.
Hoy considerado como parque natural, el santuario de Itsukushima consta de 37 edificios, muchos de los cuáles han tenido que ser reconstrudios por completo hasta tres o cuatro veces como consecuencia de varios incendios que derrumbaron los templos. Sin duda, la piedra angular del recinto y el monumento que más miradas atrae es el gran torii flotante en mitad del mar que data del año 593, aunque el primer registro de su existencia no se tiene hasta 811.
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