Asun Luján
Periodista redactora de Viajes National Geographic

Costa Rica es uno de los mejores destinos para contemplar la reproducción de tortugas marinas. Estos reptiles no olvidan el lugar donde nacieron y retornan a él para anidar tras aparearse en alta mar. Un enclave privilegiado para ser testigo de este acontecimiento es el Refugio de Vida Silvestre Ostional, un área de conservación que destaca por recibir varias especies de tortuga (baula, verde, carey, olivácea...), aunque la más numerosa es la lora del Pacífico, que acude masivamente en época de lluvias, de agosto a diciembre.
Las loras son un caso especial, pues mientras el resto de tortugas apenas pasan una hora fuera del agua y en plena oscuridad para desovar, estas realizan arribadas masivas una o dos veces al mes y permanecen en la playa de 3 a 4 días. Como el resto de tortugas, cavan hoyos donde depositan un centenar de huevos, que tardarán unos 50 días en eclosionar. La temperatura de la arena influye en el sexo: por debajo de 29 º C nacerán ante todo machos. En Ostional se organizan grupos reducidos con guía para contemplar a las loras, en ocasiones tan abundantes que dificultan caminar por la playa.
Otro instante emotivo es cuando las crías rompen el cascarón. Las pequeñas loras se apresuran para llegar el agua, pero se calcula que solo una de cada cien logrará volver a esa playa para desovar