El muro de Adriano puso, por primera vez en la historia, los límites del Imperio Romano. En el año 122, Publio Elio Adriano desembarcó en Britania y ordenó construir una muralla que atravesara la isla de costa a costa en la actual Newcastle. Desde la ciudad, a menos de una hora en coche, se encuentra la parte mejor conservada del muro, donde se hallan los fuertes de Housesteads, Chesters y Vindolanda. Para los amantes del trekking es posible recorrer los 117 kilómetros de itinerario del muro, aunque para adentrarse a la historia de esta muralla no es necesario recorrerla entera. Los museos y recreaciones de campamentos romanos acercan al visitante a la época en la que Elio Adriano trazó lo que se convertiría en el muro más largo de Europa.
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