
Cuenta la leyenda que cuando los dragones morían, se convertían en dragos, los árboles milenarios símbolo de las Islas Canarias. En Icod de los Vinos, a las afueras de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, se encuentra el más grande (17 metros de altura y 20 de base) y longevo de todos: el Drago Milenario de Icod. Durante mucho tiempo se creyó que alcanzaba los 1.000 años de antigüedad, y que incluso llegaba a los 5.000, pero estudios más recientes estiman que su edad no supera el milenio. Sin embargo, es el más antiguo de su tipo en las Islas Canarias, declarado Monumento Nacional en 1917.
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