El cauce del río Cabriel, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde el año 2019, se convierte en una especie de parque acuático de carácter geológico en el tramo de 2,5 km que hay entre Enguídanos y Villora, provincia de Cuenca. Las formaciones tobáceas se encadenan aquí una tras otra a través de una serie de cascadas por las que se precipita el agua cristalina del río en múltiples niveles, llenando el ambiente de sonoridad liquida. La fabulosa vegetación de alamedas blancas, pino carrasco y saucedas arbóreas que rodea el paraje acaba por completar la belleza de las Chorreras del Cabriel, cuyo color azul turquesa llama tanto la atención. Es, sin duda, un plan perfecto para refrescarse en Cuenca.
Esta no es la única piscina natural espectacular que regala el río Cabriel, ya que a su paso por la Sierra de Albarracín deja para el disfrute la Cascada del Molino de San Pedro, uno de los parajes más refrescantes de Teruel.
Las Chorreras del Cabriel fueron declaradas Monumento natural el 18 de junio de 2019 por su belleza y por su importancia geológica y riqueza de fauna y flora. Lo destacable es que este refrescante y paradisíaco paraje natural está “vivo”, ya que su sistema de tobas fluviales sigue en activo gracias a las cianobacterias del agua que se van solidificando sobre las rocas.

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Las chorreras del Cabriel, un paraíso geológico
Este tramo del río contiene además del conjunto de saltos de agua, cuevas laterales, pozas y gargantas, incluye un edificio tobáceo cuaternario sobre un lecho de calizas jurásicas de extraordinario interés geológico. Por la magnitud de sus depósitos carbonatados, está valorado como el cuarto sistema fluviolacustre cuaternario más importante de la península ibérica. De hecho, su interés científico motivó su inclusión en el Inventario Español de Lugares de Interés Geológico para el dominio geológico de la Cordillera Ibérica.
Senderismo en las Chorreras del Cabriel
La mejor forma de visitar y descubrir este paraje natural es realizar a pie la ruta de senderismo PR-CU-53 que recorre todo el Monumento natural de las Chorreras del Cabriel. Parte del pueblo de Enguídanos, recorre el paraje y regresa al punto de partida. Además del senderismo, quienes busquen un punto extra de adrenalina pueden practicar barranquismo y otros deportes de aventura.
Un entorno tan bello como frágil, por ello es necesario cumplir con una cuantas normas a la hora de visitar las Chorreras del Cabriel, como no usar jabón ni protectores solares que no sean respetuosos con el medio ambiente; no plantar el campamento, con tiendas, mesas y sillas; bañarse solo en las pozas señalizadas; o usar flotadores o colchonetas de baño. Si hay calizas jurásicas en el lugar, que ahora en el antropoceno no vayan a desaparecer.