Las torres gemelas e inclinadas

Estas construcciones centenarias de Bolonia son las reminiscencias de un 'skyline' que llegó a tener más de 100 torres.

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La belleza de Bolonia está en lo cotidiano, en los soportales que recorren toda la ciudad e, incluso, en ese aperitivo lleno de universitarios que alegran la jornada. Eso sí, esta realidad no quita que esta urbe no tenga iconos o, al menos, puntos de interés que atestiguan su pasado glorioso y estimulante. Es el caso de las torres Garisenda y Asinelli, dos construcciones contiguas que podrían considerarse las predecesoras de las torres gemelas que hoy reinan en urbes como Kuala Lumpur.

No obstante, cuando se levantaron en el siglo XII y XIII no tenían ningún fin estético. Si acaso, el de mostrar el poder de ambas familias en una época llena de tensión por la ubicación estratégica de esta ciudad entre el Sacro Imperio Románico Germánico y los Estados Pontificios así como la relación de sus principales estirpes burguesas con ambas facciones. Hay estudiosos de la época que han interpretado que esta localidad llegó a albergar más de 180 torres, un dato un tanto exagerado y puesto en duda en varias ocasiones pero que ejemplifica la relevancia y la simbología de estos edificios. Hoy solo quedan en pie estos dos ejemplos, casi siameses, que tienen, además, la curiosidad de contar con un grado de inclinación notable: la Garisenda, la más bajita (aunque supera los 60 metros) tiene un grado de inclinación 3,2 mientras que la Asinelli reina en el cielo (97 metros) gracias a su menor inclinación: 1,3 grados.

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