Unas esculturas con mucho misterio

Cuenta la leyenda que los moáis son una representación de los ancestros y podían andar.

Isla de Pascua

Foto: iStock

En la isla de Pascua se guarda uno de los enigmas más importantes de la historia de la tierra. Las verdes colinas de la isla están custodiadas por esculturas colosales, los moáis, reconocidas por sus grandes cabezas de piedra que se asoman de la tierra, bajo la cuál se esconde su cuerpo. Su tamaño baila entre uno y diez metros de alto y, algunas de ellas llegan a pesar 80 toneladas. Según los indígenas, los moáis eran representaciones de los ancestros y tenían la capacidad de andar, una explicación que no resuelve la incógnita de cómo han llegado estructuras de tal envergadura en un lugar como este, aún más teniendo en cuenta que los rapanui no contaban con la rueda ni animales de tiro.

Más ubicaciones exactas.

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