Ubicación Exacta

El volcán más pequeño del mundo

¿Puede un volcán medir solo 13 metros de altura y 23 metros de diámetro?

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Generalmente, los volcanes son noticia por su furia destructiva. Los hay de diversos tipos, activos o dormidos o extintos. Algunos son verdaderos titanes como el Mauna Loa, en Hawái, que con una altitud de cuatro mil metros se considera el más alto del mundo. El Kilauea, también en Hawái, es el volcán más activo del mundo. Otros son verdaderos iconos pop, como el Monte Fuji, en Japón o el Kilimanjaro, en Tanzania. Y luego está el caso de Cuexcomate, que es famoso por un rasgo nada común entre los volcanes, su pequeñez: mide solo 13 metros de altura y 23 metros de diámetro.

A pesar de que México está en pleno Sistema Volcánico Transversal, que es algo así como uno de los epicentros más brutales de actividad geológica, y que, por ello mismo, tiene a algunos de los volcanes más poderosos del planeta, como el Popocatépetl, La Malinche, El Paricutín, el Nevado de Toluca o el Pico de Orizaba, resulta que también tiene en Puebla al “volcán más pequeño del mundo”. Se cree que se originó tras una gran erupción del Popocatépetl, provocando la circulación de aguas termales que se abrieron paso entre la roca calcárea del Mesozoico, hacia el año 1064.

Cuexcomate viene del náhuatl “cuexcomatl”, que significa "almacén", "depósito" o "troje". Y es que ese fue su uso por parte de los pobladores del lugar desde antiguo porque se dieron cuenta de que la temperatura interior era ideal para almacenar víveres y granos. Sin embargo, más tarde, con la llegada de los conquistadores españoles, el cono del Cuexcomate se usó para arrojar los cuerpos de los suicidas. 

Cuexcomate
Exterior del Cuexcomate | Foto: iStock

¿Volcán o géiser?

El Cuexcomate es una eminencia. No sólo por su fama internacional, sino que lo es, sobre todo, en cuanto a la terminología de la topografía, pues así se refiere esta ciencia a una forma de la litósfera que consiste en un terreno relativamente elevado respecto a sus alrededores. Es decir, que para ser exactos, el Cuexcomate es, en realidad, un géiser inactivo, no expulsa lava, sino agua y vapor (aunque la última vez que lo hizo fue en 1660). Son muchos, entonces, que para eludir la polémica, le dan la vuelta al caso: “Vale -dicen- no será el volcán más pequeño, pero sí es el géiser más grande”.

Más allá de su exacta definición geológica, el Cuexcomate es de gran importancia turística para Puebla. De hecho, se puede visitar su interior gracias a unas escaleras metálicas de caracol. En su interior se puede observar un pequeño yacimiento de agua cristalina.